¿Quién no ha compartido alguna vez la contraseña de su plataforma de streaming para ahorrar dinero? Compartir las claves de cuentas de servicios como Netflix, HBO o Amazon Prime Video es una práctica común entre usuarios que buscan disfrutar de series y películas desde un único perfil, generalmente con amigos o familiares.
Conscientes de que varias personas pueden disfrutar de sus contenidos con una sola cuenta, las plataformas de streaming han comenzado a implementar medidas para frenar esta práctica, como se mencionó recientemente. Aunque esta acción beneficia a las plataformas al evitar la pérdida de posibles suscriptores, puede perjudicar a los usuarios.
En la actualidad, en muchos casos compartir contraseñas es legal, pero según un estudio realizado por The Harris Poll en colaboración con Google, esta práctica puede representar un riesgo significativo para la información personal de los usuarios.
De acuerdo con el estudio, compartir contraseñas de plataformas de streaming puede tener más desventajas que beneficios, especialmente si no se tiene cuidado. Más del 66% de los encuestados admitió utilizar la misma contraseña para varias cuentas en diferentes plataformas. Si este es el caso, al proporcionar la contraseña de Netflix, HBO o Prime Video, estás exponiendo tu privacidad inadvertidamente, ya que esta información podría ser utilizada en redes sociales, plataformas de compra o correo electrónico.
Compartir esta información personal con terceros puede plantear problemas relacionados con el uso indebido de la información personal y la seguridad en línea. Es difícil conocer los verdaderos intereses de la persona con la que compartes la contraseña, a menos que sea alguien de confianza. En este sentido, es fundamental ejercer un cierto grado de precaución al compartir contraseñas, considerando las posibles implicaciones para la privacidad y la seguridad en línea.
Entendemos lo complicado que puede resultar recordar todas nuestras contraseñas, lo que lleva a la práctica de utilizar la misma clave para diferentes plataformas. Sin embargo, esto constituye una decisión poco acertada. Cuando compartes una contraseña con alguien y utilizas esa misma contraseña en diversos servicios, estás otorgando libertad y consentimiento para el uso de tus datos y tu identidad, algo que no resulta beneficioso para ti.
El estudio resalta que solo el 34% de los encuestados cambia sus contraseñas regularmente, lo que ha llevado a que se vean afectados por el uso continuado de sus cuentas por parte de personas con las que ya no desean compartir sus datos. Este hallazgo insta a reflexionar sobre el manejo inadecuado de nuestras contraseñas y la falta de conciencia acerca de la importancia de proteger nuestra privacidad. Es esencial considerar el cambio periódico de contraseñas como una práctica fundamental para salvaguardar nuestros datos personales y preservar la seguridad en línea.
